Algo tan sencillo como pimientos asados pelados con un poco de sal y aceite de oliva. Y si usamos pimientos rojos, pimientos verdes y pimientos amarillos el resultado además de bueno es vistoso. Yo normalmente les pongo también un poco de tomate rallado, algún ajito picado y un poco de perejil o cilantro fresco. Pero esta vez sólo lo aliñé con aceite y sal, por lo que el plato quedó especialmente dulce. Y me he dado cuenta que puede ser una alternativa muy saludable para esos días de ganas de dulce, ya sabéis esos días en que mataríamos por una galleta o un bizcocho. Un truco más para al cajón de las alternativas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario