sábado, 21 de mayo de 2016

Sushi

Mmmmmm...hoy comeré sushi! Antes no me gustaba. Sin embargo, ahora me encanta. Y es que han cambiado y están cambiando muchas cosas en cuanto a mi manera de alimentarme. Os prometo que no lo busco, simplemente mi cuerpo me habla. Y yo le escucho ;)
Me he dado cuenta que estoy viviendo un proceso como de desintoxicación. En cuanto pasa un tiempo sin comer x alimento, después mi cuerpo no lo tolera. Me pasó hace tiempo con los fritos y las grasas. Me pasó con el café. Y ahora me está pasando con el azúcar (pero todavía no lo suficiente, ahí el hambre emocional es demasiado fuerte), el gluten y creo que poco a poco también la leche. 
Ya sabéis que me encantan los lácteos, especialmente el queso y como no quería renunciar a mi ración diaria de queso, bajé el resto, de manera que antes bebía una taza diaria de leche mínimo y ahora la bebo cada dos, tres días. Esta semana no sé qué me ha pasado y me apetecía leche cada mañana. He hecho caso a mi apetito, pero mi cuerpo me ha dicho que nanai. De hecho hoy, no sé si ha sido la leche o el pan, pero me siento el estómago pesado desde el desayuno.
Antes también tomaba pasta con gluten al menos 2 veces a la semana. Excepto la pizza pedorreta del otro día, creo que hacía más de 2 meses que no comía pasta. La comí ayer y de nuevo, muchos gases! 
Así que es de manera natural que voy cambiando mi manera de alimentarme. 
Por cierto, no quería olvidarlo, anteayer comí fuera y uno de los platos que pedí fue hummus (pero no de garbanzo, sino de lentejas, que también me encantó) con crudités, que eran pepino, zanahoria y calabacín. Nunca había comido el calabacín crudo y ya os digo que me encantó así que creo que este va a ser uno de los platos estrella semanales de mi nueva dieta.
A todo esto, no adelgazo, sigo con mi ritmo de siempre 2 kilos arriba, 2 kilos abajo, especialmente por el dulce supongo, el caminar como único ejercicio y mi metabolismo pachorro. Pero bueno, tampoco me importa mucho, que acabo de comprar alguna ropita de estreno y no es plan echarla a perder. Quien no se consuela....Besos mil!!

4 comentarios:

  1. Aaaaaaaaaay, el dulce nos pierde. A mí me pasa algo similar a ti, como muy variado pero lo fastidio todo a media mañana o en la merienda con el dulce. Lo que no me pasa (y me gustaría) es que mi cuerpo rechace lo que no me hace bien. Tengo un aparato digestivo a prueba de bombas. Me doy cuenta de que cada vez son más grandes las cantidades que ingiero y eso no me gusta.

    Me alegro de que cada vez te sientas más a gusto con tu nueva alimentación, lo estás haciendo muy bien.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, lo de las cantidades también es importante. Es fácil "ensanchar" el estómago. Pero reducirlas demasiado tampoco es bueno porque luego...efecto rebote otra vez. Hay que encontrar la medida "llevable", que ya se nos encogerá el estómago cuando seamos más viejit@s ;)
      Besos!!

      Eliminar